Creo profundamente en la importancia de nuestros valores para definir nuestra identidad. Me identifico como una persona íntegra, perseverante, empática y responsable. Estos principios son mi brújula en la vida y en mi vocación como psicóloga, guiándome hacia una práctica centrada en el compromiso, la compasión y el respeto hacia los demás.
Partiendo de mi formación en el enfoque Cognitivo-Conductual basado en evidencia científica, en consulta adopto una perspectiva integradora. Esta flexibilidad me permite adaptar el proceso terapéutico a las necesidades únicas de cada individuo. Cada persona es única y valoro la diversidad de sus experiencias, lo que me lleva a ofrecer un enfoque personalizado en cada sesión, sabiendo que no habrá dos sesiones iguales, ¡incluso con la misma persona!
Me gusta ver el proceso terapéutico como un trabajo en equipo, donde el paciente es la persona experta en su propia vida. Mientras yo aporto los conocimientos teóricos y prácticos, es la persona frente a mí quien posee el conocimiento más profundo de su propia experiencia. Mi papel es guiar y acompañar; juntas exploramos los procesos que afectan su día a día, colaborando para alcanzar sus objetivos.
Dado que mi enfoque terapéutico se centra en ti, nuestro trabajo será siempre colaborativo. Durante nuestras sesiones, te invito a considerar la consulta como un espacio seguro donde puedes expresarte libremente, estableciendo un vínculo de confianza mutua. Cuanto más me compartas sobre ti, mejor podré ayudarte a manejar tus síntomas, proporcionándote herramientas que te permitirán explorar tu potencial incluso en momentos difíciles.